lunes, 16 de septiembre de 2013

capitulo 1



Un nuevo día amanece en la ciudad de San francisco (California). Unas densas nubes de color gris bastante oscuro cubren todo el cielo.

De repente, millones de gotas van cayendo lentamente en los techos de algunos coches, abandonados y rotos en medio de la calle.
Muchos de ellos todavía tenían a sus dueños dentro, sin vida , pudriéndose sin ninguna esperanza de darles una sepultura digna.



Cada gota de lluvia por si sola apenas merecía la pena, pero todas juntas creaban una perfecta sinfonía, capaz de hacerte olvidar por un instante como murieron esas personas, hasta que tu mente vuelva a llenarse de esos malos recuerdos.

Siete años y seis meses atrás, nadie sabía del peligro, la gente enfermaba todos los días así que no le dieron la más mínima importancia; se taparon los ojos y lo dejaron pasar. Todos estaban felices de que al fin pudieran librarse del cáncer. Esa enfermedad capaz de llevarse en poco tiempo a una persona a la tumba y que los científicos, luchaban a diario para encontrar alguna cura para ella.


Con tiempo y dedicación, una pareja de científicos consiguieron descubrir esa milagrosa cura, al menos es lo que mostraban en ruedas de prensa.

Al extenderse más la noticia, empezaron a aparecer muchas preguntas como el simple hecho de saber de dónde se consiguió dicho milagro. Sus respuestas eran continuamente distintas. Empezaron diciendo que eran gracias a las células madre, después comentaron los beneficios que poseían algunos alimentos para evitar el desarrollo de dicha enfermedad, sin embargo, nunca mostraron pruebas de cómo llegaron a esas conclusiones. A parte de que las personas se conformaban con ver los vídeos con los resultados de dichos experimentos que la joven pareja brindaba.

La polémica entre otros médicos no tardaron en salir a flote. Los debates eran continuos, la gran mayoría de los doctores, no aceptaban esta “cura” como algo beneficioso para el ser humano. La falta de información sobre esa medicina, no lograba convencer a los demás científicos de que podía curar el cáncer.
Los meses seguían pasando, se realizaban millones de estudios que solo mostraba las propiedades que ese medicamento tenía y efectivamente era capaz de conseguir curar el cáncer.    
Cuando por fin empezaron a comercializar el medicamento, el cáncer empezó a disminuir en todo el planeta. Todo era un gran éxito,una lluvia de millones de dólares empezó a caer. Al fin y al cabo aunque sea un beneficio para el ser humano nunca dejaría de ser también un gran negocio a su vez.

Lo que no esperaban era lo que vendría más tarde, 6 meses después aproximadamente.

Los síntomas eran comunes, parecido a un resfriado o una gripe;
1. Mucha fiebre.
2. Dolores musculares.
3. Malestar general.
4. Diarrea.

A siempre vista, millones de personas con gripe no era un problema, pero con  el paso de los días, los síntomas fueron empeorando con:

1. Ataques de ira.
2. Pérdida de memoria constante.
3. Debilidad en el sistema inmunológico.
4.Vómitos desagradables, con un color oscuro y con una consistencia espesa.
5. Infecciones severas.
6. Pérdida del cabello.

Cuando llegaban a esta etapa, el paciente no era consciente de lo que hacía, estaba completamente loco y atacaba a todo el mundo, esto fue la alarma que empezó a crear el pánico a la población.

Al principio, la enfermedad tardaba en aparecer un mes o mes y medio, pero el tiempo era diferente cuando una persona estaba expuesta a otra infectada.
Los síntomas aparecían a la hora pero de una manera más intensa que la persona que tomaba el medicamento.

La joven pareja estaban encantados de haber descubierto la cura contra el cáncer pero sin que se dieran cuenta de sus actos, crearon una bacteria capaz de acabar con el ser humano.

Los segundos, minutos y horas se convirtieron en un auténtico caos, el ejército tuvo que cancelar todo tipo de vuelos y viajes, necesitaban controlar las zonas afectadas rápidamente pero desgraciadamente los intentos fueron inútiles.
Personas cuerdas e infectadas se volvieron locas e inestables, la policía de cada ciudad no podían controlar las masas enfurecidas, con órdenes exclusivas a matar si alguna persona sobrepasaba los límites de la barrera.

Por un momento, el tiempo se detuvo para todo el mundo, una chica cubierta de sangre lloraba desesperadamente pidiendo ayuda, su madre ya tenía claros síntomas de que estaba infectada.

Su hermano pequeño se encontraba a pocos metros de ella, aferrándose a su pequeño osito de peluche sin tener valor de mirar a su madre, mientras ésta caminaba hacía él.




Su expresión ya no transmitía nada, apenas reflejaba algo humano, las gotas de sangre caían de sus ojos, blancos como la nieve, mientras se autolesionaba llevándose las manos a su cara, enterrándose sus uñas en su pálida piel, carente de dolor.

Su hijo cada vez se aferraba más a su osito, imaginando que su mamá solo venía a abrazarlo y a decirle que "todo estaba bien".
Su hermana en un intento por salvarlo,  cogió el arma del policía que veía la escena impotente. Sus lágrimas bajaban por su rostro llamando a su madre una y otra vez.



Sus manos temblaban, mientras sus labios temblorosos rezaban a dios por lo que estaba haciendo.

"Dios mío...Perdóname, por lo que voy a hacer...lo siento, lo siento, lo siento" cerró sus ojos por un momento y comenzó a disparar, todo en presencia de su hermano.

No puedes saber, la impotencia y el sufrimiento que es matar a un ser querido. Pero más trágico es matar a la que te llevo 9 meses en su vientre. Entonces, ¿Qué podría sentir una persona, cuando no ha sido la enfermedad la que se ha llevado a sus seres queridos?

En un parque no muy alejado de la ciudad, se puede contemplar la silueta de una muchacha arrodillada frente a dos tumbas, sus lágrimas son evidentes, al parecer esas personas eran muy importantes para ella.

Lentamente se pone de pie y contempla ese cielo de color azul, después haber cesado la tormenta hace poco. No tiene necesidad de mirar a ningún lado, los conoce y ellos también por muy podridos que puedan estar.

Con el arma apoyada en el hombro derecho, empieza a caminar a un ritmo tranquilo, con clara intención de volver a su casa, que un día creyó que era su hogar, pero ahora solo son ruinas plagadas de monstruos al igual que ella.
 




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viernes, 19 de julio de 2013

CAPÍTULO 5 PARTE 2

CAPÍTULO 5 PARTE DOS

El pasillo de la entrada, no posee nada de atractivo, carece de fotos, solo uno relacionado con un vestido sencillo de una mujer. Mamá no era una excelente fotógrafa, solo las hacía  de vez cuando, para relajarse, mientras escuchaba un poco de música clásica.


...”Solo eres desecho, te mereces estar en el infierno...”

Paulatinamente, subo la vieja escalera de mi casa apoyándome en el soporte de acero. Por un momento, observo mis manos, grandes, finas, los callos son visibles.

-" ¡Joder! Valiente mierda de parquet, está putrefacto ya mismo tendré un ecosistema debajo de esta asquerosidad, hasta el yeso parece que está jodido"- Exclamó mientras los crujidos se incrementan con cada paso.


Cuando llego a la segunda planta, puedo visualizar todo el pasillo. Esta vez el suelo no lo complementa el parquet, sino losas blancas con líneas negras; semejante al tablero del ajedrez. Ese juego...Recuerdo que papi jugaba, le ayudaba a concentrarse después de una dura jornada de trabajo.

” Que lástima ser tú, eres tan inferior y mediocre”

El tono albino de las paredes y de las columnas no dan una impresión alegre, al contrario, es monótono, aburrido. Lo único que decora todo el pasaje es un simple mueble de madera . Las tres puertas tienen la misma tonalidad que ese trasto; dando un aspecto antiguo, sobrio.

Al final del corredor, accedo a la sala de estar. Medito y observo todo el habitáculo. Mis ojos se posan en esas cuatro ventanas colocadas una al lado de la otra. En el centro, se encuentra un sofá lleno de libros, la alfombra cubierta de polvo cubre gran parte del suelo al igual que la estantería llena de álbumes familiares.



 …” ¿Familiares? ¿ Te refieres a esas personas que tú destrozaste?... ¿De qué te sirve matar a ese asesino, cuando tú misma los has matado también?...”
                                 
El lugar es espléndido, maravilloso. De pequeña, solía entrar aquí, para ver el amanecer.


Ojeando un álbum, no pude evitar ver una foto que me llamó la atención; una simple imagen capaz de transmitirme una pizca de paz


-"Papá, ¿Por qué no puedo sentir nada? Quiero quererte, siempre he querido hacerlo, ¿ Por qué solo he deseado matarte ?..."- Repito las palabras en voz alta, queriendo escuchar una respuesta coherente o simplemente volver a oír la calidez de su voz. Las yemas de mis dedos rozan su hermoso rostro, sus ojos estaban cerrados pero sentía que me miraba, solo a MÍ, a su " princesa" como él me llamaba, dándome amor a pesar de todo.

No recuerdo cuantos meses tenía, era demasiado bebé para saberlo con certeza. -" No logro entender como en una simple hoja de papel, puede llegar a ser tan palpable esa seguridad que ansío de verme sujeta, protegida."- Ese nudo en la garganta impide que las palabras salgan al exterior . Sé cómo va a terminar esto, así que opto por colocar el álbum en el estante; Como a mí me gusta, que todo esté en el lugar que les corresponde.  

...” No te mereces ni una pizca de cariño que te dieron...”


 Por un segundo, aparto la vista y me centro en la chimenea eléctrica.
En invierno, el clima en San Francisco es bastante frío, al principio no lo notabas, pero ahora, al no haber electricidad no te queda otra que taparte con una manta.

Después de recorrer la estancia con la mirada, salgo del estudio, dirigiéndome al baño.

-"Necesito asearme, anhelo eliminar el hedor a muerte de mi cuerpo por un par de minutos."- gruño mientras huelo la ropa. -"Bueno, aparte de olor a carne podrida mi sudor no se queda atrás, puedo olerlo a un kilómetro de distancia".- Arrugué la nariz y alejé mi brazo de inmediato.
   
Enfrente de la puerta central, giro el pomo con cuidado.
El color claro abunda en todo el cuarto. Las velas perfumadas adornan la escena dando un toque de romanticismo en el ambiente. La mampara de cristal transparente rodea toda la bañera al igual que la ducha. Sin embargo, lo que atrae más mi interés es el gran espejo, acomodado por encima del lavabo. Cualquier persona puede ver su propio reflejo, yo en cambio puedo ver mi yo interno, a esa diminuta chica maltratada por niños engreídos, egoístas.

Supongo que mi edad ronda los diecisiete. No necesito saber el día en el que estoy ni el año en el que vivo, carece de importancia, el tiempo se detuvo hace bastantes años y no creo que vuelva a moverse...

 Me empiezo a desvestir a conciencia. Los pantalones de chándal negros, la camisa blanca, calcetines grises, las bragas oscuras, el sujetador beige; caen al suelo provocando un seco golpe.


...“ Sus miradas de pánico, el crujir de sus huesos, el sabor de la carne..¡Reconoce que solo enterraste sus cabezas!"...


Cuando abro la ducha, el torrente de agua no tarda en salir. Mis manos empiezan a trabajan acariciando el cuerpo, los  pezones se endurecen al sentir el agua fresca deslizarse por mis redondos pechos, el líquido transparente desciende sobre mi vientre plano surcando por las miles de cicatrices y quemaduras que adornan mi reseca e irritada piel.

Frente a mí, se encuentra la estantería donde localizo el champú. Deposito un poco en mi cabeza y lo dejo otra vez en su sitio. Me rasco con las uñas, desenredando con mis dedos los enredos de mi lacio cabello.

 -" Ohm, que gusto madre mía..."- Mis suspiros me delatan. Dejo que el movimiento continuado de mis manos prosigan, relajando mi cuerpo, mi inexistente alma y mi podrido corazón.     

En la lejanía, puedo escuchar esas voces; recuerdan lo que soy,  lo que tengo ahora y lo que perdí por no protegerlo de de mí. Las acusaciones no tardan en llegar. Destrozan todo a su paso como si fuese un tornado.

-.”¡Yo no fui!”-.exclamé irritada.- “¡Joder, no fue mi culpa, dejarme ya! ¡Dejarme de una puta vez en paz!”.- Las amargas lágrimas caen por mis pálidas mejillas, el agua que cae sobre mi cuerpo se transforma en sangre espesa y llamativamente roja, el reflejo de la mampara me muestra una imagen de mí tragando un órgano tras otro.

Salgo de la ducha tropezándome con algo que ni sé lo que es. En el suelo, no logro recuperar el equilibrio. Me vuelvo pequeñita, indefensa, vulnerable. Mi respiraciones son bruscas e irregulares, no consigo respirar, me falta el aire. Los recuerdos se convierten en minúsculos flashes.

" Yo destrozando el cuerpo de mis padres".
"Yo mordiendo brazos, piernas, cuellos".
"Yo abriéndoles el estómago a base de mordiscos y arañazos."
   
El frío recorre cada centímetro, tensando mis músculos calándome incluso hasta los huesos. Siento como un dulce sabor llega a mi boca, muerdo mis  delgados labios por instinto, no controlo mi fuerza, me hago daño y noto la sangre deslizarse por la garganta. Me quedo hecha un ovillo. Las lágrimas mezcladas con ese liquido rojo que me vuelve loca siguen descendiendo.

-" Ayuda por favor, no pude controlar mis acciones, llevaba días sin comer y....No sé, no era yo, no podía llegar a comerme a papá y a mamá .- Los nervios se apoderaron de mí, me balanceaba dejando que mi cabeza chocara con la pared una y otra vez. La frente me arde, me quema.   

Noto que alguien me toca, me acaricia, me susurra al oído.

-" Todo va a estar bien cariño, estamos a tu lado eres y serás nuestro pequeño milagro..."- Las suaves voces de mis padres me consuelan.
-"Míranos, verás que estamos contigo, somos una familia ¿Recuerdas? Aunque nos hayas devorado"- La cariñosa voz de mi madre me relaja, siento como me acaricia el pelo.

 Abro mis ojos , veo sus pies llenos de barro y mugre. El olor es asqueroso, un charco de mierda se esparce por todo el suelo manchando mis piernas, salpicándome en la cara.

 Mi mirada sube, los veo frente de mí. Mi corazón está acelerado. El dolor es insoportable.

¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum!

Sus brazos están lleno de mordiscos, los gusanos e insectos se posan en ellos. Los zumbidos, el sonido al masticar la carne me taladra los oídos.

¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum!

-"¡IROS, IROS DE AQUÍ! ¡NO! ¡MARCHAOS!¡MARCHAOS!"- Grité con todas mis fuerzas.

  ¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum!

No logro enfocar bien, veo, veo, que me miran. No tienen ojos...

¡Bum, Bum! ¡Bum, Bum!

Todo se vuelve negro, en el silencio logro escuchar algo.

-"¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?..."


¡Bum!








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domingo, 7 de julio de 2013

Capítulo 5 PRIMERA PARTE "¿Verdad, Mamá?"








Los primeros rayos del sol entran sin previo aviso por la ventana de la cocina. Intento organizar mis pensamientos, no puedo recordar el tiempo que he estado durmiendo en el suelo. Con delicadeza, consigo levantarme.

-."Uhm...".- Gimo cuando noto el cuerpo tenso, entumecido.- ."Necesito con urgencia una gélida ducha para despejarme".- Digo mientras estiro mis brazos en el aire.   

Las nauseas y los mareos vuelven, ayer apenas comí la cantidad que necesitaba, solo pude llevarme a la boca un pequeño trozo de conejo y la mitad del animal se lo tuve que ofrecer a esas infectadas personas. Comprendo que es una verdadera gilipollez que lo haga, pero me da igual, vivo gracias a ellos, son mi familia y me aceptaron desde el primer momento. El físico que tienen es todavía humano, aunque su comportamiento sea completamente distinto.

Con el paso de los años, he ido descubriendo el parecido que tienen conmigo. La alimentación es elemental para poder sobrevivir, si no hay alimento, terminan consumiéndose de una manera lenta y dolorosa, hasta que caen sin remedio al suelo, esperando que la muerte por fin se los lleve.

Cuando los veo caminando a un ritmo pausado y sosegado, no puedo evitar afligirme por ellos. En su mirada apenas guarda algún destello de vida. La ausencia de cabello, deja al descubierto esa piel reseca quemada por el sol, acompañada de largas cicatrices. La contorno de la cara se asemeja a una persona anoréxica, en las mejillas ha desaparecido ese color sonrosado, dejando ahora un tono pálido, muerto. Los grisáceos dientes apenas consiguen mantenerse alineados . Y mejor ni hablemos del tema del aliento, porque la halitosis que tienen, es capaz de provocarte unas arcadas muy desagradables.


La primera vez que vi a uno frente a frente fue en los primeros meses de infección; Ese día iba caminando muy asustada por la calle. La comida escaseaba, llevaba sin probar bocado desde aquel incidente, así que tuve que armarme de valor y salir del vecindario. No quería ni muerta pasar otra vez por alguna anemia que me impidiera incluso moverme.

A la vez que andaba, me iba dando cuenta de lo sola que estaba por la calle. No podía dejarme vencer por  la soledad en lo más mínimo, tenía que ser fuerte y no temer a nada, ni a la muerte porque si hubiera muerto, estaría feliz de haberlo intentado.


Después de un rato desplazándome , por fin pude encontrar algo de alimento. No era una exquisitez, pero estaban vivos así que me servían para algunos días. El motor del camión, a pesar de haber colisionado contra un coche todavía seguía echando humo.




El estado que se encontraban los vehículos, para mí era intrascendente, lo que yo quería era su mercancía, unos cuantos cerdos vivos o muertos. Cuando los vi, pude ver el cielo estando en la tierra. No pude aguantar a llegar a mi casa así que me dispuse a tirar de las vísceras de un cerdo que estaba agonizando, sin percatarme de que el conductor había salido del furgón.


El fuerte impacto solo consiguió desfigurarse su rostro, dejando brotar esa sangre oscura e infecciosa. 

El tiempo se detuvo en ese momento para mí, sabía que caería contaminada sin poder defenderme...


Los minutos pasaban muy lentamente, podía sentir como los latidos de mi corazón estaban acelerados, creyéndome que en cualquier momento saldría de mi pecho. Sabía que podía verme, aunque solo fuera con solo un ojo, pero no se movía estaba parado mirándome un poco confuso. Poco a poco más infectados aparecieron en el lugar, comiéndose los cerdos muertos que estaban en el asfalto de la calle.


Estaba demasiado asustada para darme cuenta que nadie se acercaba a mí. Mi cuerpo estaba paralizado por el miedo, el sonido de mi estómago hambriento pudo traerme a la realidad. Necesitaba alimentarme no podía esperar más.

El sabor de la sangre caliente del animal entrando por mi garganta, me hizo sentir fuerte y renovada. Cuando el animal todavía está vivo la carne sabe muchísimo mejor. También pude ver que ellos sentían lo mismo que yo. Por primera vez en mi vida me sentí normal y completamente aceptada. Ellos fueron capaces de aceptarme, mientras que esos jodidos humanos solo quisieron burlarse e insultarme.



.-” ¡ja ja ja! Todavía recuerdo, el momento en el que descubrí el sabor de la carne y los beneficios que poseía. No tenía otro remedio, estaba muy enferma y sola....- Mis ojos se posaron en el cuadro de mi madre..- "El arrepentimiento y la culpa jamás desaparecerán de mi interior. ¿Verdad, mamá?...¿Será que nunca tuve remordimientos por mis actos?;¿O simplemente me dejé llevar por ese bestia oscura hace mucho tiempo?"

domingo, 23 de junio de 2013

Capítulo 4 " Soy el fantasma, que se oculta en la noche"

La luz y el calor ha desaparecido, dando paso a un aire fresco.     
La noche ha tomado ahora el poder, la oscuridad va tragándose el poco rastro de luminosidad que todavía quedaba en las desiertas calles de San Francisco, famosa por su gran turismo y la variedad de nacionalidades de sus habitantes que habitaban en ella.

Unos de los monumentos que más destacaban en la ciudad, era sin duda El Golden Gate, nombre que le brindaron al puente con mayor fama del mundo. Fue una estructura de un color anaranjado, construida entre 1933 y 1937. Con una altura aproximada de mil doscientos ochenta metros. La mejor obra de ingeniería de su época.

Obreros y buzos trabajaron con ahínco en su construcción, con el fin de poder dar forma a esta increíble belleza, protagonista de numerosas películas, canciones y novelas. Bastó poco más de cuatro años para acabar este gran sueño, convirtiéndolo así en realidad.

A pesar, de ser un elemento inerte y carente de sentimiento alguno, nadie quita lo buen luchador que demostró ser a lo largo de los años. Ni los fuertes vientos, ni los catastróficos terremotos pudieron moverlo de su sitio, de su trono.



Sin embargo, la inexistencia de mano de obra y el agua salada del océano Pacífico, han hecho que esta gran obra perdiera el recubrimiento que la protegía ocasionando una terrible oxidación, impidiendo casi poder llegar a las zonas montañosas de el sur del Condado de Marín. 


Las horas pasan sin descanso, la fuerte brisa azota, provocando el balanceo de los cables del puente. A su vez, la fuerza de la corriente logra derrubiar con firmeza las desgastadas rocas de la orilla.

Los suaves aullidos de una manada de lobos resuena por todos los rincones. Mirando al cielo, Una grisácea luna llena continua subiendo, a su lado miles de pequeñas estrella brillan por toda la atmósfera.

Un murmullo tras otro, los sonidos empiezan a mezclarse en un precioso concierto para aquellos oídos que sepan apreciarlo. En el agua, se reflejaba una tranquilidad envidiable, parece que nada había cambiado con el paso del tiempo.


Dejando un poco atrás el inutilizado puente, el asfalto de la carretera para llegar a él se encuentra en un estado lamentable. Lleno de baches y grietas recubiertas de musgo por todas partes. La basura se ha ido acumulando por toda la vía y como consecuencia de este factor, empezaron a atraer a todo tipo de seres vivos. La mugrienta ropa estaba esparcida por todo suelo, amontonándose y los vehículos ocupaban casi toda la calzada.


Entrando en las calles de la ciudad, se observa como el panorama ha perdido todo su esplendor. Todo está muerto, vacío; ni siquiera hay contaminación acústica provocada por el bullicio de los vehículos pitando para poder seguir circulando o los atascos matutinos para poder llegar a tiempo a realizar la jornada laboral.

Y A pesar de estar todo podrido, la naturaleza no dejó de seguir cumpliendo su misión. Creó un paisaje diferente, destruyendo lo poco que quedaba del día en que el ser humano construyó todo tipo de casas y edificios para su propio beneficio. 


Como un gran abrazo, los árboles y la vegetación adornan todo tipo de semáforos, farolas y coches. Las plantas trepadoras se agarran con fuerza a algunas viviendas abandonadas. Las raíces de los árboles han destrozado por completo el pavimento de la calle. Los adoquines que formaban parte del suelo se han agrietado dejando paso al musgo.


El olor a descomposición se ha extendido por todo el ambiente. Los restos de personas y animales muertas se acumulan en pequeños charcos de barro, cubiertos de insectos. Las ratas han dejado de ser pequeñas, ahora son enormes, sus colmillos son más largos y afilados lleno de bacterias capaces de infectar cualquier ser sano que se acerque a ellas..


 Según vas caminando, sigue apareciendo más cadáveres, perros, gatos, todo se corrompe dejando a su paso ese charco de sangre oscura y envenenada.

De repente, en medio de la nada puede divisarse los escasos intentos de una persona de poder entrar en un coche. Eso para cualquiera es algo normal, aunque deja de serlo al ver como a cabezazos logra romper el cristal del vehículo. 


 Ya no es un ser humano, su aspecto es desagradable, el resto de la piel de su rostro se ha desprendido casi por completo, dejando al descubierto músculos y huesos al descubierto.
No tiene sueños ni pensamientos, lo único que quiere y anhela es el poder llevarse algo a la boca, con el fin de tener otro día en el que vivir su infierno. Sin embargo, hoy no va a tener esa suerte.

-¡Hijo de puta! Me has destrozado el cristal del coche.- Una voz grave se escucha dentro del vehículo.- Lo siento, pero yo no soy tu cena así que despídete de tu mierda de existencia.- Su mano izquierda sostiene con firmeza una Sig P220, solo tuvo que apuntar y apretar el gatillo. Demasiado fácil para él, muy aburrido para lo que estaba acostumbrado a hacer.
El eco del disparo resonó por toda la calle, ya solo hay otro cadáver más en el suelo, cayéndole un pequeño hilo de sangre oscura de la frente.

 Segundos después, miles de pisadas se oyen alrededor del coche, el gentío es cada vez mayor. Poco a poco ese mutismo desaparece entre cientos de gruñidos y cansadas respiraciones...

La puerta del viejo todoterreno se abre y unas pesadas botas negras  pisan el suelo. Sus ojos están cerrados no tiene la necesidad de ver con solo sentir bastaba. La adrenalina empieza a correr por sus venas, en su cabeza suena las notas de una canción preparándole para la matanza.

"Sé que estás ahí puta bastarda, en la oscuridad puedo verte, tus delicadas manos me acarician, me calman el alma cuando ésta se encuentra inquieta pero se detienen siempre en mi cuello y aprietan con fuerza hasta dejarme casi sin respiración...Pero jamás voy a darte el gusto de joderme una vez más, porque esta historia solo acaba de empezar."



  

martes, 4 de junio de 2013

Capítulo 3 " As much as I did like the past not to exist...."



CAPITULO 3  " As much as I did like the past not to exist...."

Por mucho que quiera huir de mi pasado, éste siempre sigue estando ahí, dando por culo hasta el día de mi muerte. ¿Podré en algún momento dejar de sentir siempre lo mismo?
        "¿Te afliges de no poder lavar tus pecados?"
Mis dedos no dejan de moverse sobre el mármol, dejo a un lado la libreta y la malgastada pluma. Me paso la mano derecha por el rostro, un gemido se escapa de mis labios.
"- Esta fatiga emocional es insoportable , desearía dejar la mente en blanco por un segundo".- Cierro mis párpados para facilitarme el control de mi respiración, así podría descansar.
               
"Asesina, jamás los protegiste.."
       
"No mereces que te hayan querido, ¡ Aprieta el gatillo, deja que tú sangre oscura y contaminada termine de apestar todo el lugar!"


"-No, otra vez no ¡Basta, maldita sea!.-" Las palabras salían de mi boca, pero solo consiguieron hacer eco en toda la casa, mientras que mi cabeza, estaba llena de gritos y susurros. 

Quiero desaparecer mis debilidades, necesito recuperar el control de mis emociones. Pero fluyen, no me hacen caso y salen sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.

"No tengo miedo, no tengo miedo. La oscuridad me protege, ella me abraza, ella esconde todo...-Repito la frase una y otra vez, sin descanso.

" Tu corazón está demasiado podrido para                                                                              esconderlo".

Con las últimas fuerzas que me quedan, pretendo por décima vez levantarme del asiento, mi cuerpo está tan jodido que me resulta imposible casi poder moverme. Apenas puedo dormir, a no ser que tenga a alguien capaz de protegerme mientras me siento tan vulnerable.

Entiendo que cada persona tengan sus propias debilidades, y yo debo reconocer que también tengo las mías. La primera de ellas es la soledad, que con el tiempo pude acostumbrarme a ella, así es el ser humano o cualquier animal, pueden adaptarse a cualquier cambio que haya.

Sin embargo, mucho antes de adaptarme a esa situación, me encontraba acompañada, mis padres velaban por mí, mientras dormía en mi pequeña cama.
 Recuerdos e imágenes pasan delante mis ojos como si de una película se tratara, aunque el final de ésta esa desagradable.

Millones de emociones me atravesaron en menos de un segundo. Apenas era una chiquilla, no entendía absolutamente ¡NADA!.

"Mata, mátalos, destrózale la garganta...Mi territorio"
        ¡DEJAMÉ SALIR!"

Era la primera vez que pude sentir como mi alma se partían en dos partes. La confusión y la ira mezclada con esa voz, sí, ese especie de gruñido lo complicaba todo.


-“Mami, papi, estoy enferma y solita. ¡Despiértate mami!¡ Esa voz me persigue otra vez! tengo miedo..."-Puedo recordar esas palabras, no había lágrimas, no lograba sentir nada al verlos en el suelo.



Eché la culpa a un gran shock emocional, por eso mi subconsciente decidió bloquear todo el dolor que me produjo ese acontecimiento, para evitar cualquier desastre que pudiera hacer. Esa culpabilidad de no sentir ¿nada? a día de hoy me persigue en mis pesadillas, segundo punto débil.

No puedo escaparme ni por un instante de ellas, siempre están al acecho, como una bestia apunto de abalanzarse contra mí. Son tan horrorosas que me despierto empapada en sudor, temblando y mirando por los alrededores por si algo me acechara...
Normalmente, mamá solía abrazarme cuando soñaba cosas feas o cuando ese extraño ser me hablaba.

-FLASH-BACK-

-"Mami no puedo dormir, es esa voz, no para de hablar"-.Dije mientras me agarraba a las sábanas de la cama.
-"No te preocupes corazón, yo cuidaré de ti, me quedaré hasta que mi pequeña vuelva a dormirse".- Me susurraba al mismo tiempo que sus labios besaban mis mojadas mejillas.
-"Esa voz no me gusta, ¿Por qué no me deja en paz? "- Pregunté frustrada y cansada de que nadie pudiera escucharla excepto yo.
-"No sé cómo explicarte cariño, no te metas ideas confusas  en la cabeza, ¡ Ya se te pasará!"-Exclamó mamá visiblemente enfadada .-" ¿Quieres un tazón de cereales? Te ayudará a conciliar el sueño.".- La expresión de su rostro cambió, volviendo a ser cariñosa.

Asentí, no quería que se enfadara por mi culpa. Mami es demasiado buena para mí, yo en cambio,  soy una carga para ella.

-FIN DEL FLASH-BACK-
  
-" Al menos, no has tenido que cuidar esta masa de mierda todos estos años"-  Admití señalándome.-" Yo misma he salido como he podido, de igual manera que con los abusos en el colegio"

 En el tema del maltrato no tengo mucho que decir , fui una víctima más por desgracia, el ser diferente de los demás impedía poder acercarme a ellos aunque de todas formas esos niños tampoco se acercaban a mí.

Solo empezó siendo uno y en unos días ya eran más de diez. Parecido a la pandemia.

-“ Eres un monstruo, no vales para nada, deja de aparecer por aquí”.- Nadie me defendió de ellos, ni siquiera los profesores hicieron algo para impedirlo

-”Como siempre, tienes que joder nuestras fotos ¿Para qué coño te pusiste en medio? Ahora tendré que recortarla, ¡Estúpida!”.
- Sus voces, me taladraban la cabeza, pero tienen razón, en lo ser una estúpida y un estorbo.

-”Fuiste un error, ¡ Reconócelo! Ni tus padres quisieron nada de ti, por eso te dejaron con ellos”-.

 Ese comentario fue el que más me dolió. Muy a mi pesar, tuve que darme cuenta que jamás podría “encajar”, total solo era y soy un monstruo que ni sus padres biológicos quisieron.

A lo mejor, ese es el motivo por el cual mis padres murieron. Yo les llevé la desgracia cuando me acogieron en sus brazos. Tengo el alma demasiado podrida para que otra persona pueda brindarme ese amor del que
todo el mundo hablaba y se jactaba por ello.

En esos días, a parte del asesinato de mis padres, la ciudad se volvió peligrosa. Las personas huían, queriendo escapar de la infección.
 Los robos eran constantes, mis vecinos acabaron con un tiro en la cabeza por no acceder a que los ladrones se llevaran sus pertenencias. Desde la salita de mi casa, pude ser testigo de los asesinatos. Cuando salieron de la viviendo, pude notar como mi corazón dejó de latir al ver como se detenían justo enfrente de la mía.  Recé, todo lo que pude, gracias a dios mis oraciones se cumplieron. Se alejaron al escuchar el ruido de varios camiones y patrullas, anunciando el desalojo de todas las personas de la ciudad.

“-¡Papi! Tienes que levantarte, tenemos que irnos, ¡Hay que subir a ese camión!.-"Grité lo más alto que pude, no se levantaron.



"Carne, carne, carne !CARNE!"

“-Otra vez, no !DÉJAME DE UNA VEZ! Estoy harta de escucharte, solo quieres que mate a mis papas, eres malo, no quiero que estés en mi cabeza”- Manifesté enfadada.

"Come..Destrózalos...Márcalos "

.-"¡Ya basta!, ¡No puedo seguir recordando más!".- Las gotas de sudor corre por mi rostro, el sonido de las balas retumban en mi mente. Oculto mi cabeza con mis brazos.

-"Estoy tan destrozada, es normal que piense que no tenga alma, fue destruida hace tiempo, solo me queda de ella pequeños trocitos olvidados en algún lugar , como los cristales del cuadro de mamá".-
 No pude evitar sollozar,-" Nunca fui una santa, yo misma me desterré mucho tiempo, pero eso no quiere decir que no tenga ganas de encontrarte, destrozarte como tú mismo me hiciste, disfruta tu tiempo bastardo porque pienso buscarte".- Mis puños estaban blancos de tanto apretar, nadie volverá a herirme de alguna otra manera.

Poco a poco, mis ojos se van cerrando, puedo sentir como la bestia coge forma en la oscuridad, ¿ Será mi imaginación?. 

Su caliente aliento calma todo mi cansado cuerpo, mañana será otro día, ahora solo necesito descansar...






jueves, 30 de mayo de 2013

Capitulo 2

Inusitadamente, el silencio que había en el ambiente se vio interrumpido por el sonido de un vaso de cristal estrellándose contra la pared.

-”¡Me dijiste que estarías siempre! Y ahí estás, sonriendo como si no pasara nada, ¡Eres una jodida mentirosa!, me traicionaste...”-Su voz se quedó en apenas un débil susurro. Mientras que sus débiles rodillas caían en medio del suelo de la cocina. Ese espacio, en el que sus padres siempre se reunían para charlar sobre medicinas cuando cocinaban juntos.

              

El sol casi se había ocultado, dando paso a un maravilloso atardecer. Los últimos rayos, iluminaban débilmente toda la sala. La chica, apenas se movió de donde se encontraba, estaba paralizada.


La luz del día fue apagándose, dándole un toque precioso dentro de la vivienda. La cocina tenía un color sencillo, nada extravagante ni llamativo, un color blanco para las paredes y un tono beige para los muebles. Al igual que las paredes, la barra americana también poseía un color blanco gracias al mármol que lo cubría, donde se encontraba el ordenador, inservible como los muchos electrodomésticos de la casa, aunque limpios y en su lugar,  como si el paso de los años no los hubiera afectado.





-”Lo siento...No debí gritarte, no tienes la culpa de que no estés aquí ¿Me perdonas?”.- Su actitud cambió de una forma sorprendente, mientras se acercaba al cuadro hecho añicos. - “Alysa no lo volverá a hacer mami ... Pero es que, estoy muy sola entiéndeme ¿Sí?”- Sus pálidas manos, apartaron los trozos de cristal que todavía quedaban en el cuadro.

                   " Egoísta, eres una sinvergüenza..."

Pequeñas gotitas saladas, le surcaban por las mejillas hasta llegar al rostro de su madre. El tono de piel era morena, el color de aquellos ojos reflejaban un frío color celeste; nada comparada a su hija. La complexión del cuerpo era delicada pero a su vez fuerte.

-”Yo nunca pude ser lo que querías, siempre fui diferente a tu manera de ver,”- La voz era suave, miles de imágenes pasan como si de una película se tratara .-”Y aún así, me acunaste en tu regazo desde que nací ”.- Temblorosas manos palparon su cara, con el único fin de poder ocultar esa mirada, de un color gris azulado.

         "Mala agradecida, debilucha, que no sabes hacer nada..."


El cuerpo de Alysa, tenía una estructura atlética y delgada. No se permitía el lujo de cocinar, después de siete años apenas existía la electricidad. Prácticamente, se bastaba de todo lo que le proporcionaba la caza. La carne, era un alimento exclusivo para ella, necesitaba evitar a toda costa no volver a tener anemia, como tantas otras ocasiones tuvo de pequeña.

 Cuando nos ponemos a pensar y a observar cuidadosamente lo que nos rodea, nos podemos dar cuenta de muchos detalles.
Una persona propensa a padecer todo tipo de enfermedades es bastante lógico que muera mucho antes que cualquier otro ser humano. Sin embargo, ahora dicha persona con un simple cambio en el hábito alimenticio, es capaz de sobrevivir tranquilamente en un mundo donde la epidemia ha arrasado con vidas mucho más fuertes que ella.


 "Esos humanos que me encantaría, hincarle los colmillos y chuparle hasta la última gota de su vida"


Con suma lentitud, fue recuperando el control de su cuerpo y pudo levantarse del suelo con el retrato en una de sus manos.
Al sentarse en unos de los tres taburetes que decoraban la barra americana, soltó el cuadro al lado de una malgastada libreta.


En su contenido, podía verse como ella iba plasmando todo sus sentimientos y recuerdos. Sus palabras eran las siguientes:



“ Me encontraba sola en casa .Mis padres se fueron dejándome atrás.

Recuerdo parte de esa noche, los pasos, la respiración entrecortada. Me iban a matar, lo intuía. El sonido de unos zapatos se detuvieron frente a mí.

En la oscuridad, notaba como ese áspero aliento desquiciaba y corrompía todo mi abatido cuerpo, con cada bocanada de aire que yo aspiraba.

El cansancio me abrazó con mucha fuerza, la inconsciencia estaba más cerca de lo que creía. A lo lejos, se escuchaban gritos, disparos.
                  
                                     
Cuando me desperté, estaba tumbaba en la cama, como si todo lo que había presenciado fuera una dolorosa pesadilla. ¡Qué grande fue mi error, al pensar que era producto de mi imaginación !


 Por un tiempo, intenté culpar a esa misteriosa enfermedad, pero fracasé. Es imposible culpar a los únicos que fueron capaces de aceptarme y que ahora son mi única familia.

No puedo recordar más de aquella espantoso día, aunque siento en mi boca, ese sabor amargo que hace que me despierte empapada en sudor todas la noches...”

Ahora, le toca a ella seguir la historia porque realmente es su historia a partir de este momento.


  "Nunca encontraré nada capaz de sanar mi alma, simplemente porque carezco de ella".-Me dije a mí misma.- ¿Será que nunca llegué a tener una?"