CAPITULO 3 " As much as I did
like the past not to exist...."
Por mucho que quiera huir de mi
pasado, éste siempre sigue estando ahí, dando por culo hasta el día de mi muerte. ¿Podré en
algún momento dejar de sentir siempre lo mismo?
"¿Te
afliges de no poder lavar tus pecados?"
Mis dedos no dejan de
moverse sobre el mármol, dejo a un lado la libreta y la malgastada pluma. Me
paso la mano derecha por el rostro, un gemido se escapa de mis labios.
"- Esta fatiga
emocional es insoportable , desearía dejar la mente en blanco por un
segundo".- Cierro mis párpados para facilitarme el control de mi
respiración, así podría descansar.
"Asesina, jamás los protegiste.."
"No mereces que te hayan querido, ¡ Aprieta el
gatillo, deja que tú sangre oscura y contaminada termine de apestar todo el
lugar!"
"-No, otra vez no ¡Basta, maldita
sea!.-" Las palabras salían de mi boca, pero solo consiguieron hacer eco
en toda la casa, mientras que mi cabeza, estaba llena de gritos y
susurros.
Quiero desaparecer mis debilidades,
necesito recuperar el control de mis emociones. Pero fluyen, no me hacen caso y
salen sin que yo pueda hacer nada para evitarlo.
"No tengo miedo, no tengo miedo. La
oscuridad me protege, ella me abraza, ella esconde todo...-Repito la frase una
y otra vez, sin descanso.
" Tu corazón está demasiado podrido para esconderlo".
Con las últimas fuerzas que me quedan,
pretendo por décima vez levantarme del asiento, mi cuerpo está tan jodido
que me resulta imposible casi poder moverme. Apenas puedo dormir, a no ser que
tenga a alguien capaz de protegerme mientras me siento tan vulnerable.
Entiendo que cada persona tengan sus propias debilidades, y yo debo reconocer que también tengo las mías. La primera de ellas es la soledad, que con el tiempo pude acostumbrarme a ella, así es el ser humano o cualquier animal, pueden adaptarse a cualquier cambio que haya.
Sin embargo, mucho antes de adaptarme a esa situación, me encontraba acompañada, mis padres velaban por mí, mientras dormía en mi pequeña cama.
Recuerdos
e imágenes pasan delante mis ojos como si de una película se tratara, aunque el
final de ésta esa desagradable.
Millones de emociones me atravesaron en
menos de un segundo. Apenas era una chiquilla, no entendía absolutamente ¡NADA!.
"Mata, mátalos,
destrózale la garganta...Mi territorio"
¡DEJAMÉ
SALIR!"
Era la primera vez que pude sentir como mi alma se partían en dos partes. La confusión y la ira mezclada con esa voz, sí, ese especie de gruñido lo complicaba todo.
-“Mami,
papi, estoy enferma y solita. ¡Despiértate mami!¡ Esa voz me persigue otra vez!
tengo miedo..."-Puedo recordar esas palabras, no había
lágrimas, no lograba sentir nada al verlos en el suelo.
Eché la culpa a un gran shock emocional,
por eso mi subconsciente decidió bloquear todo el dolor que me produjo ese
acontecimiento, para evitar cualquier desastre que pudiera hacer. Esa
culpabilidad de no sentir ¿nada? a día de hoy me persigue en mis pesadillas,
segundo punto débil.
No puedo escaparme ni por un instante de
ellas, siempre están al acecho, como una bestia apunto de abalanzarse
contra mí. Son tan horrorosas que me despierto empapada en sudor, temblando y
mirando por los alrededores por si algo me acechara...
Normalmente, mamá solía abrazarme cuando
soñaba cosas feas o cuando ese extraño ser me hablaba.
-FLASH-BACK-
-"Mami no puedo dormir, es esa voz, no para de
hablar"-.Dije mientras me agarraba a las sábanas de la cama.
-"No te preocupes corazón, yo cuidaré de ti, me
quedaré hasta que mi pequeña vuelva a dormirse".- Me susurraba al mismo
tiempo que sus labios besaban mis mojadas mejillas.
-"Esa voz no me gusta, ¿Por qué no me deja en
paz? "- Pregunté frustrada y cansada de que nadie pudiera escucharla excepto
yo.
-"No sé cómo explicarte cariño, no te metas ideas
confusas en la cabeza, ¡ Ya se te pasará!"-Exclamó
mamá visiblemente enfadada .-" ¿Quieres un tazón de cereales? Te ayudará a
conciliar el sueño.".- La expresión de su rostro cambió, volviendo a ser
cariñosa.
Asentí, no quería que se enfadara por mi culpa. Mami
es demasiado buena para mí, yo en cambio, soy una carga para ella.
-FIN DEL FLASH-BACK-
-" Al menos, no has
tenido que cuidar esta masa de mierda todos estos años"- Admití señalándome.-" Yo misma he salido
como he podido, de igual manera que con los abusos en el colegio"
En
el tema del maltrato no tengo mucho que decir , fui una víctima más por
desgracia, el ser diferente de los demás impedía poder acercarme a ellos aunque
de todas formas esos niños tampoco se acercaban a mí.
Solo empezó siendo uno y en unos días ya
eran más de diez. Parecido a la pandemia.
-“
Eres un monstruo, no vales para nada, deja de aparecer por aquí”.- Nadie
me defendió de ellos, ni siquiera los profesores hicieron algo para
impedirlo
-”Como siempre, tienes que joder nuestras fotos ¿Para qué coño te pusiste en medio? Ahora tendré que recortarla, ¡Estúpida!”.- Sus voces, me taladraban la cabeza, pero tienen razón, en lo ser una estúpida y un estorbo.
-”Fuiste un error, ¡ Reconócelo! Ni tus padres quisieron nada de ti, por eso te dejaron con ellos”-.
Ese comentario fue el que más me dolió. Muy a mi pesar,
tuve que darme cuenta que jamás podría “encajar”, total solo era y soy un
monstruo que ni sus padres biológicos quisieron.
A lo mejor, ese es el motivo por el cual mis padres murieron. Yo les llevé la desgracia cuando me acogieron en sus brazos. Tengo el alma demasiado podrida para que otra persona pueda brindarme ese amor del que todo el mundo hablaba y se jactaba por ello.
En esos días, a parte del asesinato de mis padres, la ciudad se volvió peligrosa. Las personas huían, queriendo escapar de la infección.
Los
robos eran constantes, mis vecinos acabaron con un tiro en la cabeza por no
acceder a que los ladrones se llevaran sus pertenencias. Desde la salita de mi
casa, pude ser testigo de los asesinatos. Cuando salieron de la viviendo, pude
notar como mi corazón dejó de latir al ver como se detenían justo enfrente de
la mía. Recé, todo lo que pude, gracias
a dios mis oraciones se cumplieron. Se alejaron al escuchar el ruido de varios
camiones y patrullas, anunciando el desalojo de todas las personas de la
ciudad.
“-¡Papi!
Tienes que levantarte, tenemos que irnos, ¡Hay que subir a ese camión!.-"Grité
lo más alto que pude, no se levantaron.
"Carne,
carne, carne !CARNE!"
“-Otra vez, no !DÉJAME DE UNA VEZ! Estoy
harta de escucharte, solo quieres que mate a mis papas, eres malo, no quiero
que estés en mi cabeza”- Manifesté enfadada.
"Come..Destrózalos...Márcalos
"
.-"¡Ya basta!, ¡No puedo seguir
recordando más!".- Las gotas de sudor
corre por mi rostro, el sonido de las balas retumban en mi mente. Oculto mi
cabeza con mis brazos.
-"Estoy tan destrozada, es normal que piense que no tenga alma, fue destruida hace tiempo, solo me queda de ella pequeños trocitos olvidados en algún lugar , como los cristales del cuadro de mamá".- No pude evitar sollozar,-" Nunca fui una santa, yo misma me desterré mucho tiempo, pero eso no quiere decir que no tenga ganas de encontrarte, destrozarte como tú mismo me hiciste, disfruta tu tiempo bastardo porque pienso buscarte".- Mis puños estaban blancos de tanto apretar, nadie volverá a herirme de alguna otra manera.
Poco a poco, mis ojos se van cerrando, puedo sentir como la bestia coge forma en la oscuridad, ¿ Será mi imaginación?.
Su caliente aliento calma todo mi cansado
cuerpo, mañana será otro día, ahora solo necesito descansar...
Hola soy yo de nuevo sólo para volverte a decir que tu historia me encantó, se ve muy interesante espero que la siguas pronto (:
ResponderEliminar