domingo, 7 de julio de 2013

Capítulo 5 PRIMERA PARTE "¿Verdad, Mamá?"








Los primeros rayos del sol entran sin previo aviso por la ventana de la cocina. Intento organizar mis pensamientos, no puedo recordar el tiempo que he estado durmiendo en el suelo. Con delicadeza, consigo levantarme.

-."Uhm...".- Gimo cuando noto el cuerpo tenso, entumecido.- ."Necesito con urgencia una gélida ducha para despejarme".- Digo mientras estiro mis brazos en el aire.   

Las nauseas y los mareos vuelven, ayer apenas comí la cantidad que necesitaba, solo pude llevarme a la boca un pequeño trozo de conejo y la mitad del animal se lo tuve que ofrecer a esas infectadas personas. Comprendo que es una verdadera gilipollez que lo haga, pero me da igual, vivo gracias a ellos, son mi familia y me aceptaron desde el primer momento. El físico que tienen es todavía humano, aunque su comportamiento sea completamente distinto.

Con el paso de los años, he ido descubriendo el parecido que tienen conmigo. La alimentación es elemental para poder sobrevivir, si no hay alimento, terminan consumiéndose de una manera lenta y dolorosa, hasta que caen sin remedio al suelo, esperando que la muerte por fin se los lleve.

Cuando los veo caminando a un ritmo pausado y sosegado, no puedo evitar afligirme por ellos. En su mirada apenas guarda algún destello de vida. La ausencia de cabello, deja al descubierto esa piel reseca quemada por el sol, acompañada de largas cicatrices. La contorno de la cara se asemeja a una persona anoréxica, en las mejillas ha desaparecido ese color sonrosado, dejando ahora un tono pálido, muerto. Los grisáceos dientes apenas consiguen mantenerse alineados . Y mejor ni hablemos del tema del aliento, porque la halitosis que tienen, es capaz de provocarte unas arcadas muy desagradables.


La primera vez que vi a uno frente a frente fue en los primeros meses de infección; Ese día iba caminando muy asustada por la calle. La comida escaseaba, llevaba sin probar bocado desde aquel incidente, así que tuve que armarme de valor y salir del vecindario. No quería ni muerta pasar otra vez por alguna anemia que me impidiera incluso moverme.

A la vez que andaba, me iba dando cuenta de lo sola que estaba por la calle. No podía dejarme vencer por  la soledad en lo más mínimo, tenía que ser fuerte y no temer a nada, ni a la muerte porque si hubiera muerto, estaría feliz de haberlo intentado.


Después de un rato desplazándome , por fin pude encontrar algo de alimento. No era una exquisitez, pero estaban vivos así que me servían para algunos días. El motor del camión, a pesar de haber colisionado contra un coche todavía seguía echando humo.




El estado que se encontraban los vehículos, para mí era intrascendente, lo que yo quería era su mercancía, unos cuantos cerdos vivos o muertos. Cuando los vi, pude ver el cielo estando en la tierra. No pude aguantar a llegar a mi casa así que me dispuse a tirar de las vísceras de un cerdo que estaba agonizando, sin percatarme de que el conductor había salido del furgón.


El fuerte impacto solo consiguió desfigurarse su rostro, dejando brotar esa sangre oscura e infecciosa. 

El tiempo se detuvo en ese momento para mí, sabía que caería contaminada sin poder defenderme...


Los minutos pasaban muy lentamente, podía sentir como los latidos de mi corazón estaban acelerados, creyéndome que en cualquier momento saldría de mi pecho. Sabía que podía verme, aunque solo fuera con solo un ojo, pero no se movía estaba parado mirándome un poco confuso. Poco a poco más infectados aparecieron en el lugar, comiéndose los cerdos muertos que estaban en el asfalto de la calle.


Estaba demasiado asustada para darme cuenta que nadie se acercaba a mí. Mi cuerpo estaba paralizado por el miedo, el sonido de mi estómago hambriento pudo traerme a la realidad. Necesitaba alimentarme no podía esperar más.

El sabor de la sangre caliente del animal entrando por mi garganta, me hizo sentir fuerte y renovada. Cuando el animal todavía está vivo la carne sabe muchísimo mejor. También pude ver que ellos sentían lo mismo que yo. Por primera vez en mi vida me sentí normal y completamente aceptada. Ellos fueron capaces de aceptarme, mientras que esos jodidos humanos solo quisieron burlarse e insultarme.



.-” ¡ja ja ja! Todavía recuerdo, el momento en el que descubrí el sabor de la carne y los beneficios que poseía. No tenía otro remedio, estaba muy enferma y sola....- Mis ojos se posaron en el cuadro de mi madre..- "El arrepentimiento y la culpa jamás desaparecerán de mi interior. ¿Verdad, mamá?...¿Será que nunca tuve remordimientos por mis actos?;¿O simplemente me dejé llevar por ese bestia oscura hace mucho tiempo?"

2 comentarios:

  1. Muy bueno el capítulo sólo un consejo en lugar de usar la y, se usa la e para que el texto al momento de leerlo suene mejor, por ejemplo y intenté por e intenté (: continúa escribiendo

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  2. hol gracias por el consejo ahora mismo lo he vuelto a leer y es cierto utilizo mucho la y . Lo tendré en cuenta para la siguiente parte :) muchas gracias :) espero que la siguiente parte te guste también ^^

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